La llegada del Día Mundial Sin Tabaco de la OMS, esta vez asociado a la promoción del Convenio Marco para el Control del Tabaco CMCT, es una oportunidad para tomar una foto del estado de la situación para que nos permita mirar cómo estamos y soñar con lo que pueda ocurrir en los próximos meses.
Como pocos países, COLOMBIA se puede dar el lujo de tener una ley integral como la 1335 de 2009, atendiendo las obligaciones del CMCT. Aproximándonos a los dos (2) años de la entrada en vigor, lo deseable es encontrar un proceso bastante avanzado, pero la realidad evidencia lo contrario. Para no hacer el cuento largo, aquí algunas realidades:
1. Los ambientes 100% libres de humo, toda una conquista sanitaria aplaudida por amplísimos sectores de opinión, presenta hoy un nivel medio de cumplimiento. Las terrazas y patios anexos a todo tipo de establecimientos comerciales han hecho carrera, convirtiéndose en salas de fumadores apoyadas por gremios como FENALCO y con el silencio del Ministerio de la Protección Social, situación reprochada inclusive por medios de comunicación como El Tiempo.
2. Las advertencias sanitarias vienen siendo utilizadas a discreción por la industria tabacalera, sin controles en su rotación y evaluación de impacto. Es necesario fortalecer la regulación, con mayores controles desde las autoridades sanitarias y de protección del consumidor, sobre todo ahora que se va a incorporar la segunda serie de pictogramas.
3. La obligación de suministrar información por parte de las tabacaleras sobre contenidos del cigarrillo como lo exige el artículo 22 de la ley 1335 de 2009, no ha sido reglamentada por el Ministerio de la Protección Social. Está en mora de hacerlo desde el 21 de julio de 2010.
4. Ausencia de Políticas de salud pública antitabaquismo, como obligación del gobierno nacional; de programas educativos para evitar el consumo de tabaco y procurar el abandono del tabaquismo; y de programas de educación preventiva en medios masivos de comunicación a cargo de la Nación.
5. El próximo 21 de julio entra en vigor la prohibición total de publicidad, patrocinio y promoción de los productos derivados del tabaco, así como también la prohibición de venta al menudeo de cigarrillos. Hasta ahora no se conoce campañas de promoción de estas medidas.
6. Podemos concluir resaltando que tenemos uno de los impuestos más bajos del mundo. La industria tabacalera ha sido beneficiada por los gobiernos de Uribe y Santos con rebajas en la tributación: del 56% en el 2006 hoy estamos en el 34%; la mayoría de las marcas tienen presentaciones de 20 y 10 unidades y precios de los más bajos del mercado mundial: desde un (1) dólar.
Desde luego, en un escenario diferente al gubernamental nacional, hay importantes iniciativas. Resaltamos algunas, como la Red Colombiana de Instituciones de Educación Superior Promotoras de Salud REDCUPS, orientada por la Universidad Javeriana, con el firme propósito de lograr la efectividad de Universidades 100% libres de humo, como ya lo son, entre otras, las Universidades Sergio Arboleda, El Rosario y Santo Tomás.
También de iniciativa de la sociedad civil es el proyecto "Promover, Proteger e Implementar las medidas integrales de prohibición a toda forma de Publicidad, Promoción y Patrocinio de productos de Tabaco en Colombia" en varias ciudades de Colombia, liderado por la FES, Corporate Accountability International y Campaign for Tobacco-Free Kids. La Universidad Sergio Arboleda y Unión Internacional contra la Tuberculosis y Enfermedades Respiratorias, también adelantan un proyecto para fortalecer las políticas de ambientes libres de humo en Bogotá y promover una política tributaria acorde con el imperativo de la salud pública. En las entidades territoriales, resaltamos los logros del Municipio de Pasto en ALH y el compromiso de la Secretaría de Salud de Bogotá. La Liga Colombiana contra el Cáncer, como ya es tradición, realizó el 26 y 27 de mayo el III Foro Internacional de Ciudades 100% Libres de Humo, con notable éxito, posibilitando la interacción de los actores del control del tabaco con expositores internacionales.
Cuando escribimos esta nota es noticia la adquisición de PROTABACO por parte de la multinacional British American Tobacco BAT por un valor de 452 millones de dólares. Dos consecuencias inmediatas: una, el mercado de cigarrillos queda distribuido en partes iguales con COLTABACO de Philis Morris; y dos, esta estrategia de concentración del mercado es una respuesta a una legislación como la Colombiana que sobre el papel es bastante exigente y retadora para el negocio tabacalero, pero que ante la debilidad de las políticas gubernamentales se muestra frágil en su implementación y exigencia de cumplimiento.
Somos optimistas en esta lucha por disminuir la exposición al humo y la prevalencia en el consumo que en Colombia es del orden del 25% en adultos y del 30% en menores; 25.000 personas mueren al año por causas vinculadas al consumo del cigarrillo. Hay funcionarios en el gobierno conocedores y comprometidos con el control del tabaco, como también organizaciones de la sociedad civil que como quijotes no decaen en el entusiasmo de hacer de Colombia un país libre de humo.
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