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¿Quién es el Representante Venus Albeiro Silva con cuyo apoyo se han caído todos los proyectos de ley de control del tabaco de las últimas legislaturas? Esta es la pregunta que ronda en la cabeza de muchas personas que por primera vez oyen hablar de este personaje de la vida política, asociándolo al negocio del cigarrillo.
Nuestros congresistas alcanzan altos índices de visibilidad cuando aparecen relacionados a un “mico” legislativo o por contrariar abiertamente a la opinión publica, defendiendo intereses “non santos” vinculados mas a lo privado que al interés general. En el caso que nos ocupa, Venus Albeiro parece buscar la “popularidad’ por estas dos vías al ir en contravía de 40 millones de colombianos que no fuman.
Olvidándose de los altos intereses de la salud publica, favorece a la industria tabacalera (PROTABACO, PHILIP MORRIS y BAT), la misma que en Colombia mata más de 25.000 ciudadanos fumadores cada año o la que induce con sus estrategias de marketing el consumo en menores de edad desde los 12 años. Y para apoyar estos intereses se constituye en el vocero principal del tabaco, autorizando articulados que consagran las “salas de fumadores” o establecen, caso único en el mundo, derechos que propendan “por el respeto y la tolerancia hacia aquellas personas mayores de edad que de manera libre, conciente y autónoma han decidido consumir productos de tabaco”. Así Colombia logra reconocimiento como el país que revierte los espacios 100% libres de humo establecidos en la Resolución 1956 del Ministerio de Protección Social y Venus Albeiro pasa a la historia (por la puerta de atrás) como el gran promotor del consumo de cigarrillo y aliado de las tabacaleras.