"La nicotina es adictiva. Nosotros estamos por lo tanto, en el negocio de vender nicotina, una droga adictiva y efectiva en liberar los mecanismos del "stress". Memorandum de Addison Yeaman, consultor jurídico de Brown and Williamson (B&W), citado en JAMA; 1995, 274 (3): 225-33.
Traemos esta cita de una persona vinculada a la industria del tabaco para recordar que el negocio es vender nicotina y que cualquier prohibición o limitación impuesta en los mercados nacionales al consumo del cigarrillo necesariamente debe generar reacciones traducidas en nuevos y más sofisticados productos.
Esto puede estar ocurriendo en México, por ejemplo. Ante la declaratoria de Ciudad de México y en general del Distrito federal como espacio 100% libre de humo, el cigarrillo electrónico fue presentado a integrantes de la Comisión de Salud y Educación de la Asamblea Legislativa del DF así como también ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios de la Secretaria de Salud ((COFEPRIS). La compañía GDL Imports., solicito a la COFEPRIS el permiso correspondiente para importar, distribuir, comercializar y publicitar el cigarrillo electrónico.
¿Nuevos jugadores en el negocio de la nicotina? ¿Nueva estrategia para evadir los controles de la Ley de Protección a la Salud de los no fumadores en el Distrito Federal? En un negocio que mata millones de personas todo es de esperar, pero lo cierto es que las legislaciones de control del tabaco deben incluir restricciones a estos desarrollos tecnológicos.
Recordemos que Philip Morris International igualmente entró en la onda del cigarrillo electrónico, lanzando el Heatbar que ha sido desarrollado por la industria de tabaco como un reemplazo para cigarrillos convencionales. “El producto, disponible en Suiza y planeado ser introducido en Australia, calienta cigarrillos especialmente diseñados sin el ardor de ellos. El fabricante del dispositivo, Philip Morris, reclama que el Heatbar entregará un aerosol que da al consumidor el sabor y la aroma asociados con el fumar, reduciendo el humo en un 90 por ciento”.
MARKETING INTERNACIONAL
El marketing internacional de un negocio que ya esta cosechando consumidores presenta así el “revolucionario producto”:
“El Cigarro Electrónico contiene nicotina, pero ninguna de las sustancias cancerigenas del tabaco. El humo que sale es vapor que sabe a tabaco por su aroma y sabor. El cigarro electrónico parece un cigarro normal. Para fumar se cambian los depósitos de nicotina que se pueden elegir entre: cero, baja, media y alta. Los depósitos cero no contienen nicotina, pero tienen aroma y sabor a tabaco. En el interior se encuentra un compartimiento para una batería de litio, un circuito electrónico para la dosificación de la nicotina, así como una luz de quemado disimulada. Un evaporizador que produce humo que contiene vapor y nicotina. Si está inhalando, una luz roja en el extremo delantero del aparato indica que la nicotina se está disolviendo en el humo y da la apariencia de un cigarrillo común. En los depósitos de nicotina se encuentra una solución con nicotina, aroma y sabor a tabaco que se evaporiza y se libera inhalando. Al fumador le da la impresión de estar fumando un cigarro de verdad. Siga fumando, sin molestar a su entorno”.
Y en cuanto a sus “ventajas” indica: “Fumará donde no se puede fumar con un cigarro tradicional. No molestará a nadie de su entorno, no más fumadores pasivos. No aditivos cancerigenos como alquitrán y monóxido de carbono. No dientes y dedos amarillos. No ceniceros llenos. No malos olores en casa o oficina. No quemaduras. Dejar de fumar sin molestias secundarias y disfrutando a la vez. Hasta un 60% más barato (1 cartucho 1,30 € = 20 cigarros tradicionales)”.
Pero lo mas grave, si se puede decir, es que citan a la OMS como apoyo para la promoción: “Advertencia: El Cigarro Electrónico no tiene ni substancias cancerigenas ni alquitrán, así es mucho menos peligroso para la salud, también la OMS lo recomienda. Se puede reducir o aumentar el contenido de nicotina, aunque es aconsejable ingerir poca. La nicotina perjudica el corazón, la tensión arterial y los coronarios, puede causar infartos”.
Formulamos un llamado de alerta. La venta de nicotina en cualquiera de sus formas es nefasta para la salud pública y para la viabilidad de las políticas de control del tabaco.
Traemos esta cita de una persona vinculada a la industria del tabaco para recordar que el negocio es vender nicotina y que cualquier prohibición o limitación impuesta en los mercados nacionales al consumo del cigarrillo necesariamente debe generar reacciones traducidas en nuevos y más sofisticados productos.
Esto puede estar ocurriendo en México, por ejemplo. Ante la declaratoria de Ciudad de México y en general del Distrito federal como espacio 100% libre de humo, el cigarrillo electrónico fue presentado a integrantes de la Comisión de Salud y Educación de la Asamblea Legislativa del DF así como también ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios de la Secretaria de Salud ((COFEPRIS). La compañía GDL Imports., solicito a la COFEPRIS el permiso correspondiente para importar, distribuir, comercializar y publicitar el cigarrillo electrónico.
¿Nuevos jugadores en el negocio de la nicotina? ¿Nueva estrategia para evadir los controles de la Ley de Protección a la Salud de los no fumadores en el Distrito Federal? En un negocio que mata millones de personas todo es de esperar, pero lo cierto es que las legislaciones de control del tabaco deben incluir restricciones a estos desarrollos tecnológicos.
Recordemos que Philip Morris International igualmente entró en la onda del cigarrillo electrónico, lanzando el Heatbar que ha sido desarrollado por la industria de tabaco como un reemplazo para cigarrillos convencionales. “El producto, disponible en Suiza y planeado ser introducido en Australia, calienta cigarrillos especialmente diseñados sin el ardor de ellos. El fabricante del dispositivo, Philip Morris, reclama que el Heatbar entregará un aerosol que da al consumidor el sabor y la aroma asociados con el fumar, reduciendo el humo en un 90 por ciento”.
MARKETING INTERNACIONAL
El marketing internacional de un negocio que ya esta cosechando consumidores presenta así el “revolucionario producto”:
“El Cigarro Electrónico contiene nicotina, pero ninguna de las sustancias cancerigenas del tabaco. El humo que sale es vapor que sabe a tabaco por su aroma y sabor. El cigarro electrónico parece un cigarro normal. Para fumar se cambian los depósitos de nicotina que se pueden elegir entre: cero, baja, media y alta. Los depósitos cero no contienen nicotina, pero tienen aroma y sabor a tabaco. En el interior se encuentra un compartimiento para una batería de litio, un circuito electrónico para la dosificación de la nicotina, así como una luz de quemado disimulada. Un evaporizador que produce humo que contiene vapor y nicotina. Si está inhalando, una luz roja en el extremo delantero del aparato indica que la nicotina se está disolviendo en el humo y da la apariencia de un cigarrillo común. En los depósitos de nicotina se encuentra una solución con nicotina, aroma y sabor a tabaco que se evaporiza y se libera inhalando. Al fumador le da la impresión de estar fumando un cigarro de verdad. Siga fumando, sin molestar a su entorno”.
Y en cuanto a sus “ventajas” indica: “Fumará donde no se puede fumar con un cigarro tradicional. No molestará a nadie de su entorno, no más fumadores pasivos. No aditivos cancerigenos como alquitrán y monóxido de carbono. No dientes y dedos amarillos. No ceniceros llenos. No malos olores en casa o oficina. No quemaduras. Dejar de fumar sin molestias secundarias y disfrutando a la vez. Hasta un 60% más barato (1 cartucho 1,30 € = 20 cigarros tradicionales)”.
Pero lo mas grave, si se puede decir, es que citan a la OMS como apoyo para la promoción: “Advertencia: El Cigarro Electrónico no tiene ni substancias cancerigenas ni alquitrán, así es mucho menos peligroso para la salud, también la OMS lo recomienda. Se puede reducir o aumentar el contenido de nicotina, aunque es aconsejable ingerir poca. La nicotina perjudica el corazón, la tensión arterial y los coronarios, puede causar infartos”.
Formulamos un llamado de alerta. La venta de nicotina en cualquiera de sus formas es nefasta para la salud pública y para la viabilidad de las políticas de control del tabaco.