Andábamos en el seguimiento de lo que ocurre en México en materia de control del tabaco, cuando nuevamente se cruza el nombre del Dr Julio Frenk, de no muy buena recordación, por haber sido el Secretario de Salud que gestiono los convenios con las tabacaleras para rebajar los impuestos a cambio de aportes al Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos. Con este historial, presento su nombre para director de la OMS, en un intento afortunadamente malogrado.
Ahora resulta que el Dr. Frenk es Presidente Ejecutivo del Instituto Carso de la Salud, organización vinculada al Grupo Carso del Señor Carlos Slim, uno de los personajes más notables en el mundo económico global, con amplios intereses en Philip Morris International. Pero hay más: en esta nueva responsabilidad lo acompañan ex-funcionarios de la Organización Panamericana de la Salud, quienes integran el Consejo del Instituto Carso.
Respetamos la decisión de estos personajes, pero, por decir lo menos, sus eventuales intervenciones en el mundo del control del tabaco hay que mirarlas con suspicacia, por la necesaria distancia que hay que tener entre las políticas publicas vinculadas al Convenio Marco para el Control del Tabaco CMCT y los intereses de las tabacaleras que se expresan tras los lazos del Grupo Carso y el Instituto del mismo nombre.
Ya conocemos que los contenidos de la Ley General para el Control del Tabaco en México quedaron por debajo de las expectativas, al sufrir el proyecto de ley modificaciones que lo debilitaron. Y que, además, hubo lobby de la industria, formulando recomendaciones sobre el texto. Lamentablemente no podemos evitar conectar al Instituto Carso y sus directores, con posibles recomendaciones en apoyo de las posiciones de Philip Morris.
En todo este escenario, celebramos que el Distrito Federal haya expedido el decreto por el que se reforma y adiciona la Ley de Protección a la Salud de los no fumadores. Hoy Ciudad de México es libre de humo y esta prohibido fumar en todos los espacios cerrados de acceso al público: oficinas, establecimientos mercantiles, industrias y empresas, entre otros, sin excepción alguna.
Las reacciones de la industria / comercio / fumadores no se han hecho esperar, al proponer más de 2 mil recursos de amparo, señalando que la ley antitabaco es discriminatoria, además de que la prohibición viola el Artículo 27 de la Ley General para el Control del Tabaco que ordena que todo establecimiento deberán tener un área especial destinada a los fumadores. Esperamos los fallos de las autoridades en la seguridad de que los derechos a la salud y vida de las personas se impongan por encima de los intereses comerciales.
Una pregunta final: ¿El Instituto Carso esta financiando proyectos a las organizaciones sociales o gubernamentales de control del tabaco? Si tiene noticias de esto, por favor informar.
FOTO: Contraportada Documento Implantacion del CMCT en Mexico / Segundo Reporte Mayo 2007
Ahora resulta que el Dr. Frenk es Presidente Ejecutivo del Instituto Carso de la Salud, organización vinculada al Grupo Carso del Señor Carlos Slim, uno de los personajes más notables en el mundo económico global, con amplios intereses en Philip Morris International. Pero hay más: en esta nueva responsabilidad lo acompañan ex-funcionarios de la Organización Panamericana de la Salud, quienes integran el Consejo del Instituto Carso.
Respetamos la decisión de estos personajes, pero, por decir lo menos, sus eventuales intervenciones en el mundo del control del tabaco hay que mirarlas con suspicacia, por la necesaria distancia que hay que tener entre las políticas publicas vinculadas al Convenio Marco para el Control del Tabaco CMCT y los intereses de las tabacaleras que se expresan tras los lazos del Grupo Carso y el Instituto del mismo nombre.
Ya conocemos que los contenidos de la Ley General para el Control del Tabaco en México quedaron por debajo de las expectativas, al sufrir el proyecto de ley modificaciones que lo debilitaron. Y que, además, hubo lobby de la industria, formulando recomendaciones sobre el texto. Lamentablemente no podemos evitar conectar al Instituto Carso y sus directores, con posibles recomendaciones en apoyo de las posiciones de Philip Morris.
En todo este escenario, celebramos que el Distrito Federal haya expedido el decreto por el que se reforma y adiciona la Ley de Protección a la Salud de los no fumadores. Hoy Ciudad de México es libre de humo y esta prohibido fumar en todos los espacios cerrados de acceso al público: oficinas, establecimientos mercantiles, industrias y empresas, entre otros, sin excepción alguna.
Las reacciones de la industria / comercio / fumadores no se han hecho esperar, al proponer más de 2 mil recursos de amparo, señalando que la ley antitabaco es discriminatoria, además de que la prohibición viola el Artículo 27 de la Ley General para el Control del Tabaco que ordena que todo establecimiento deberán tener un área especial destinada a los fumadores. Esperamos los fallos de las autoridades en la seguridad de que los derechos a la salud y vida de las personas se impongan por encima de los intereses comerciales.
Una pregunta final: ¿El Instituto Carso esta financiando proyectos a las organizaciones sociales o gubernamentales de control del tabaco? Si tiene noticias de esto, por favor informar.
FOTO: Contraportada Documento Implantacion del CMCT en Mexico / Segundo Reporte Mayo 2007