Si, los cultivadores de hoja de tabaco son la otra cara de la moneda del genocidio de la industria del cigarrillo. ¿Que otro calificativo se puede aplicar a la acción empresarial que mata 5 millones de personas cada año por problemas asociados al consumo de cigarrillo? Sobre los cultivadores no existe una estadística de impactos sociales y económicos, pero ya en varios países se comienza a monitorear la situación de explotación bastante dramática.
Cuando hablamos de cultivadores nos referimos a los pequeños agricultores, en su mayoría campesinos e indígenas, y no a los grandes productores de tabaco, como DIMON, Standard Comercial y Universal Laef; o a Philip Morris, BAT y Japan Tobacco, también con grandes intereses en la producción y comercialización de hoja de tabaco en mas de 50 países ¡Si fabrican cigarrillos, por que no participar del negocio de la hoja!
La anterior distinción no es gratuita. Son los cultivadores las victimas de las empresas cigarreras que promueven el cultivo del tabaco en los países del tercer mundo (África, América Latina y Asia), para aumentar la oferta de hoja, generando precios deprimidos y con ello la ruina del agricultor. Se han detectado perdidas en el precio del 40%. Los productores, contribuyen a esta crisis incrementado su eficiencia en la fabricación del cigarrillo, vía nuevas tecnologías (tabaco soplado), que les permite con “450 gramos de tabaco, producir hoy unos 1.100 cigarrillos, mientras que hace 40 años solo producían unos 438 cigarrillos”.
El problema de los precios bajos no es el único que afecta a los cultivadores. El tabaco está catalogado como un producto agrícola que requiere uso intensivo de mano de obra. “La tarea del productor primario (cultivador) está relacionada con la preparación del suelo, los almácigos, el transplante y desflore, el desbrote, la cosecha, un primer curado y la preclasificación en fardos de 20 a 50 kgs. En la primera etapa de industrialización, se limpia la hoja, se reclasifica, se despalilla o desnerva (proceso que consiste en separar el palo o nervadura de la hoja) y por último se la vuelve a secar”.
PROBLEMAS ASOCIADOS AL CULTIVO:
La lista es larga y por ahora nos limitaremos a detallarla, en la idea que más adelante nos podamos ocupar de algunos:
1. Trabajo infantil: Involucra todo el grupo familiar, especialmente a niños y niñas que ven aplazada su escolaridad, en la mayoría de los casos para siempre.
2. Daños a la salud, por el uso de agrotóxicos (mas de 26) y la “absorción cutánea de nicotina a partir del contacto de la piel con las hojas de la planta (enfremedad del tabaco verde)”. Se han reportado malformaciones congénitas, vómitos, cefaleas, diarreas…..y casos de suicidio.
3. Daños ambientales, por degradación de los suelos, contaminación de aguas, deforestación de bosques para el curado del tabaco.
4. Uso de semillas transgénicas, sin acoger el principio precautorio (“Cuando haya amenazas de daños serios o irreversibles. La falta de plena certeza científica no debe usarse como razón para posponer medidas efectivas en costos que eviten la degradación ambiental”).
5. Dependencia tecnológica y crediticia de la industria. El nivel de endeudamiento de los cultivadores es muy grande. Lo que perciben de la venta de la cosecha no alcanza para pagar los créditos que en dinero y especie otorgan los comercializadores de la hoja.
6. Baja rentabilidad.
Cuando hablamos de cultivadores nos referimos a los pequeños agricultores, en su mayoría campesinos e indígenas, y no a los grandes productores de tabaco, como DIMON, Standard Comercial y Universal Laef; o a Philip Morris, BAT y Japan Tobacco, también con grandes intereses en la producción y comercialización de hoja de tabaco en mas de 50 países ¡Si fabrican cigarrillos, por que no participar del negocio de la hoja!
La anterior distinción no es gratuita. Son los cultivadores las victimas de las empresas cigarreras que promueven el cultivo del tabaco en los países del tercer mundo (África, América Latina y Asia), para aumentar la oferta de hoja, generando precios deprimidos y con ello la ruina del agricultor. Se han detectado perdidas en el precio del 40%. Los productores, contribuyen a esta crisis incrementado su eficiencia en la fabricación del cigarrillo, vía nuevas tecnologías (tabaco soplado), que les permite con “450 gramos de tabaco, producir hoy unos 1.100 cigarrillos, mientras que hace 40 años solo producían unos 438 cigarrillos”.
El problema de los precios bajos no es el único que afecta a los cultivadores. El tabaco está catalogado como un producto agrícola que requiere uso intensivo de mano de obra. “La tarea del productor primario (cultivador) está relacionada con la preparación del suelo, los almácigos, el transplante y desflore, el desbrote, la cosecha, un primer curado y la preclasificación en fardos de 20 a 50 kgs. En la primera etapa de industrialización, se limpia la hoja, se reclasifica, se despalilla o desnerva (proceso que consiste en separar el palo o nervadura de la hoja) y por último se la vuelve a secar”.
PROBLEMAS ASOCIADOS AL CULTIVO:
La lista es larga y por ahora nos limitaremos a detallarla, en la idea que más adelante nos podamos ocupar de algunos:
1. Trabajo infantil: Involucra todo el grupo familiar, especialmente a niños y niñas que ven aplazada su escolaridad, en la mayoría de los casos para siempre.
2. Daños a la salud, por el uso de agrotóxicos (mas de 26) y la “absorción cutánea de nicotina a partir del contacto de la piel con las hojas de la planta (enfremedad del tabaco verde)”. Se han reportado malformaciones congénitas, vómitos, cefaleas, diarreas…..y casos de suicidio.
3. Daños ambientales, por degradación de los suelos, contaminación de aguas, deforestación de bosques para el curado del tabaco.
4. Uso de semillas transgénicas, sin acoger el principio precautorio (“Cuando haya amenazas de daños serios o irreversibles. La falta de plena certeza científica no debe usarse como razón para posponer medidas efectivas en costos que eviten la degradación ambiental”).
5. Dependencia tecnológica y crediticia de la industria. El nivel de endeudamiento de los cultivadores es muy grande. Lo que perciben de la venta de la cosecha no alcanza para pagar los créditos que en dinero y especie otorgan los comercializadores de la hoja.
6. Baja rentabilidad.
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...En suma, un circulo vicioso de tabaco y pobreza, con violación a los derechos humanos.
Los países productores deben replantear sus políticas de producción de la hoja de tabaco. Las políticas de control del tabaco, según el Banco Mundial, no impactarán en el cultivo del tabaco antes de 15 o más años y la amenaza de desempleo es una estrategia utilizada por las multinacionales tabacaleras para presionar a los gobiernos en contra de las políticas de control de la oferta y demanda de los productos del tabaco.
La buena noticia, es que ya la Conferencia de la Partes - COP del Convenio Marco para el Control del Tabaco - CMCT se viene ocupando de encontrar alternativas productivas para los cultivadores. El proceso se inició con la reunión del grupo de expertos de Brasilia. Estaremos atentos a conocer las recomendaciones.
¡Las amenazas a los cultivadores no provienen de las políticas de control del tabaco. La industria del cigarrillo y su organización de fachada, la Asociación Internacional de Cultivadores de Tabaco ITGA, son las verdaderas amenazas para los pequeños agricultores de tabaco!
¡En la lucha contra el consumo de cigarrillo, las organizaciones antitabaco, deben apoyar a los cultivadores en la búsqueda de alternativas al tabaco!
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FOTO: Patricia Diaz Romo.Plantaciones Nayarit - México