5 de octubre de 2006

BUENOS AIRES, SIN humo


Avanza con éxito la prohibición de fumar en espacios públicos cerrados en la Ciudad de Buenos Aires, sumándose a Córdoba y Tucumán, donde se aplican regulaciones similares.

La ley federal antitabaco 1799, expedida el 8 de noviembre de 2005, establece una implementación por etapas. “La primera se inició en marzo de este año con la prohibición de fumar en el sector público, la segunda comenzó el primero de octubre y la tercera, está prevista para enero de 2007 con la erradicación de la publicidad de cigarrillos en todo el ámbito porteño”.

La prohibición de fumar incluye, entre otros, los siguientes lugares: bares, restaurantes, locales comerciales, salones de fiestas en los que haya menores de edad, vehículos de servicio público de transporte colectivo de pasajeros, Centros culturales, Salas de teatro, cine o complejos de cines, cabinas telefónicas, cajeros automáticos y estaciones ferroviarias y de subterráneos. Se exceptúa a aquellos locales de acceso público que tengan una superficie superior a 100 metros cuadrados y que instalen espacios especiales para fumadores.

Según encuestas divulgadas, la prohibición ha tenido una aceptación del 70% en sectores ciudadanos, considerada alta si observamos que ARGENTINA registra una prevalencía del tabaquismo del orden del 38%.

LA INTERFERENCIA DE LAS TABACALERAS
No obstante las bondades de la Ley antitabaco, se ha denunciado la intervención de las tabacaleras, al lograr importantes ventajas en la regulación y autorización de “clubes para fumadores” y “zonas fumadoras” que la ley porteña admite en bares, restaurantes, Shopping o paseo de compras cerrados y salas de fiestas. Pero dejemos que hablen los expertos:

Verónica Schoj, epidemióloga y coordinadora del Programa Antitabáquico del Hospital Italiano, sostuvo que ‘los denominados clubes para fumadores no deberían existir’ y recordó que ‘algunos legisladores llegaron a decir que si al empleado no le gusta, se busque otro trabajo’. La especialista contó que estos clubes han sido descriptos como ‘caballos de Troya’; como la trampa que, desde adentro de la ley, termina abriendo una brecha que puede ser aprovechada por las tabacaleras”…. “la industria tabacalera es suficientemente poderosa como para invertir en esos lugares, preparándolos especialmente para la juventud; generar ambientes de trasgresión suficientemente atractivos; las tabacaleras saben muy bien cómo desarrollar estrategias de este orden

Isidoro Hasper –titular de las comisiones de Tabaco de la Facultad de Medicina y de la Asociación Médica Argentina– afirmó que ‘admitir tales clubes tiene implicaciones laborales, y el tema laboral es clave en esta cuestión: los trabajadores que se desempeñen en esos lugares estarán expuestos a un daño importante para su salud’. El investigador uruguayo Eduardo Bianco agregó que ‘los dueños de estos establecimientos correrían el riesgo de ser demandados por trabajadores que puedan ver afectada su salud’”.

El legislador porteño Helio Rebot, uno de quienes presentaron el proyecto de ley para no fumar en lugares públicos, admitió que su presentación original no incluía estas ‘zonas’, las cuales se incluyeron como una concesión para lograr mayoría de votos entre los legisladores”.

RATIFICACIÓN DEL CMCT
El lobby de la industria tabacalera no solo se hace sentir en la expedición de leyes federales. Cuando ya han trascurrido más de catorce meses (14) desde la entrega del proyecto de ley de ratificación del Convenio Marco para el Control del Tabaco, el Congreso de la Nación no ha dado trámite al mismo.

Las organizaciones que trabajan por el control del tabaco, han denunciado la interferencia de las tabacaleras, exigiendo al gobierno y al congreso un mayor compromiso político que permita la aprobación de la Ley.

Solo la ratificación del CMCT permitirá, de una manera efectiva e integral, la aplicación de políticas públicas que reglamenten la oferta y demanda de los productos del tabaco.

FUENTES DE INFORMACIÓN: pagina12.com, miami.com, LEY 1799

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