Las transnacionales tabacaleras tienen una reconocida habilidad para evitar condenas judiciales por responsabilidad del producto (cigarrillo). La gran mayoría de los procesos o litigios, culminan con arreglos o transacciones con los demandantes, cancelando millonarios acuerdos principalmente con algunos Estados Federales de USA, por perjuicios a los sistemas de seguridad social.
La reparación de daños y perjuicios vía las acciones judiciales, consagrada por lo demás en el artículo 19 del Convenio Marco para el Control del Tabaco, constituye una importante estrategia para frenar y controlar las conductas abusivas de las tabacaleras. Esta es una estrategia que las organizaciones antitabaco deben promocionar en los consumidores y, en lo posible, acompañar, pues toca directamente el negocio en los beneficios / utilidades, comprometiendo directamente la imagen corporativa.
Por lo anterior, debemos registrar positivamente dos hechos que involucran a las tabacaleras, objeto de sentencias condenatorias en su contra, que detallamos a continuación.
1. La agencia Reuters, indica que “La Corte Suprema estadounidense negó el lunes la revisión de una indemnización de 50 millones de dólares por daños punitivo contra la unidad Philip Morris de Altria Group Inc. en el caso de un antiguo fumador al que le fue diagnosticado cáncer y murió. La demanda contra la tabacalera fue presentada en una corte del estado de California por Richard Boeken, quien dijo que fumaba dos paquetes de cigarrillos Marlboro al día durante décadas. A Boeken le fue diagnosticado un cáncer pulmonar en 1999 y murió a los 57 años en el 2002.
Un jurado de Los Angeles otorgó a Boeken un récord de 3.000 millones de dólares en daños punitorios y 5,5 millones de dólares en compensaciones por daños. El juez luego redujo el pago por daños punitivos a 100 millones de dólares. Una corte de apelación de California redujo la compensación por castigo a 50 millones de dólares, y tanto Philip Morris como la viuda de Boeken apelaron a la Corte Suprema.
La demanda se refiere a la teoría de responsabilidad del producto, conocida como "prueba de expectativas del consumidor," y que dice que los cigarrillos son más peligrosos de lo que perciben los consumidores, pese a las advertencias en los paquetes. Philip Morris dijo a la Corte Superior que no puede ser responsable bajo la ley estatal por no hacer advertencias adicionales sobre el peligro de fumar, más allá de los avisos en los paquetes de cigarrillos que se exigen.”
2. “La justicia brasileña condenó a la tabacalera Souza Cruz y a sus asesoras publicitarias a hacer una campaña antitabaco en televisión por 14 millones de reales, unos 14 mil 300 millones de pesos, por delitos cometidos en la divulgación de una marca de cigarrillos. La justicia recogió una acción de la Fiscalía e involucró, además, a la agencia “Ogilvy & Mather” y a la productora “Conspiración”, que produjeron los anuncios de los cigarrillos "Free". El Fiscal, Guilherme Fernandes Neto, afirmó que esa publicidad fue emitida en horarios prohibidos con "mensajes subliminales que inducían a los jóvenes a adoptar comportamientos ilícitos". Fernández Neto recordó que es la primera vez que se obliga a una empresa tabacalera a financiar una campaña de contra-publicidad en Brasil.”
EN ESTOS DOS HECHOS SANCIONADOS POR LA JUSTICIA, RESALTAMOS:
En el caso de EE.UU., la Corte Suprema definió que los cigarrillos son más peligrosos que lo que perciben los consumidores y las advertencias sanitarias, significando que la responsabilidad de las tabacaleras no queda exenta por los contenidos de las advertencias, pues los cigarrillos suponen un elevado riesgo a la salud. La protección del consumidor trasciende el marco regulatorio de las disposiciones de salud pública, concretando una verdadera materialización del derecho fundamental a la salud.
La reparación de daños y perjuicios vía las acciones judiciales, consagrada por lo demás en el artículo 19 del Convenio Marco para el Control del Tabaco, constituye una importante estrategia para frenar y controlar las conductas abusivas de las tabacaleras. Esta es una estrategia que las organizaciones antitabaco deben promocionar en los consumidores y, en lo posible, acompañar, pues toca directamente el negocio en los beneficios / utilidades, comprometiendo directamente la imagen corporativa.
Por lo anterior, debemos registrar positivamente dos hechos que involucran a las tabacaleras, objeto de sentencias condenatorias en su contra, que detallamos a continuación.
1. La agencia Reuters, indica que “La Corte Suprema estadounidense negó el lunes la revisión de una indemnización de 50 millones de dólares por daños punitivo contra la unidad Philip Morris de Altria Group Inc. en el caso de un antiguo fumador al que le fue diagnosticado cáncer y murió. La demanda contra la tabacalera fue presentada en una corte del estado de California por Richard Boeken, quien dijo que fumaba dos paquetes de cigarrillos Marlboro al día durante décadas. A Boeken le fue diagnosticado un cáncer pulmonar en 1999 y murió a los 57 años en el 2002.
Un jurado de Los Angeles otorgó a Boeken un récord de 3.000 millones de dólares en daños punitorios y 5,5 millones de dólares en compensaciones por daños. El juez luego redujo el pago por daños punitivos a 100 millones de dólares. Una corte de apelación de California redujo la compensación por castigo a 50 millones de dólares, y tanto Philip Morris como la viuda de Boeken apelaron a la Corte Suprema.
La demanda se refiere a la teoría de responsabilidad del producto, conocida como "prueba de expectativas del consumidor," y que dice que los cigarrillos son más peligrosos de lo que perciben los consumidores, pese a las advertencias en los paquetes. Philip Morris dijo a la Corte Superior que no puede ser responsable bajo la ley estatal por no hacer advertencias adicionales sobre el peligro de fumar, más allá de los avisos en los paquetes de cigarrillos que se exigen.”
2. “La justicia brasileña condenó a la tabacalera Souza Cruz y a sus asesoras publicitarias a hacer una campaña antitabaco en televisión por 14 millones de reales, unos 14 mil 300 millones de pesos, por delitos cometidos en la divulgación de una marca de cigarrillos. La justicia recogió una acción de la Fiscalía e involucró, además, a la agencia “Ogilvy & Mather” y a la productora “Conspiración”, que produjeron los anuncios de los cigarrillos "Free". El Fiscal, Guilherme Fernandes Neto, afirmó que esa publicidad fue emitida en horarios prohibidos con "mensajes subliminales que inducían a los jóvenes a adoptar comportamientos ilícitos". Fernández Neto recordó que es la primera vez que se obliga a una empresa tabacalera a financiar una campaña de contra-publicidad en Brasil.”
EN ESTOS DOS HECHOS SANCIONADOS POR LA JUSTICIA, RESALTAMOS:
En el caso de EE.UU., la Corte Suprema definió que los cigarrillos son más peligrosos que lo que perciben los consumidores y las advertencias sanitarias, significando que la responsabilidad de las tabacaleras no queda exenta por los contenidos de las advertencias, pues los cigarrillos suponen un elevado riesgo a la salud. La protección del consumidor trasciende el marco regulatorio de las disposiciones de salud pública, concretando una verdadera materialización del derecho fundamental a la salud.
En el caso de la justicia del Brasil, se sanciona la emisión de publicidad en horarios prohibidos, utilizando mensajes subliminales que invitan a los menores de edad al consumo del cigarrillo y a la adopción de conductas ilícitas, involucrando a la tabacalera y a la agencia y productora del anuncio publicitarios
¡Excelente precedentes para el control del tabaco!
FUENTES: Reuters ; RCN