Un amigo de esta Bitácora nos envía un mensaje, indicando los “inconvenientes” que la Ley ha tenido en su aplicación. Daremos cabida a sus comentarios, pero antes anotamos lo siguiente:
Las leyes en su “construcción” deben atravesar terrenos políticos, culturales y económicos, entre otros. Los primeros tienen que ver con la voluntad política para su expedición; los segundos con el impacto de las regulaciones en los procesos de cultura ciudadana; y los terceros con los intereses del capital empresarial vinculados al negocio regulado.
Todo lo anterior se ha dado en España y no de cualquier manera. Si bien el gobierno logro las mayorías que requería su aprobación, formalizando su consagración como Ley, los elementos culturales y económicos han pesado en su aplicación. España es históricamente uno de los Países de mayor consumo de tabaco y la reacción ciudadana era previsible, alentada además por las tabacaleras y dueños de establecimientos comerciales. La industria tabacalera, por lo demás, no se iba a quedar de brazos cruzados y las medidas sobre precios obedecen a una estrategia de protección del negocio.
Pero que nos dice nuestro amable lector:
1. Que las tabacaleras rebajaron los precios, neutralizando las medidas de control del tabaco, pues ahora los consumidores pueden comprar mas. Le apostaron al mercado y no a los derechos humanos que protege la Ley.
2. Que mas del 80% de las cafeterías, restaurantes y bares de menos de 100 metros de espacio, se acogieron como espacios de fumadores con la autorización que la misma Ley permite. O sea que la Ley dio la opción para evitar los controles.
3. Que por lo anterior, el impacto ha sido mínimo, si bien lo mas importante es el inicio de un proceso donde el Estado y la Sociedad Civil, toman conciencia de los danos vinculados al consumo del tabaco y de la necesidad de aplicar medidas para disminuir la oferta y la demanda.
Compartimos esta apreciaciones, pero afirmamos que estamos en las primeras semanas de una lucha contra un negocio mortal que lleva décadas convirtiendo en adictos a los fumadores y que los resultados hay que medirlos, también, en otros espacios, como hogares, centros educativos, oficinas y empresas......Cuando tengamos estos indicadores, si podemos hablar de los verdaderos impactos de la Ley, que estamos seguros son positivos.
ILUSTRACION: AcNoFuma31