El 6 de febrero dio inicio en Ginebra la primera Conferencia de las Partes - COP, con una agenda donde se abordan aspectos administrativos, técnicos y financieros para facilitar y apoyar la implementación del Convenio Marco para el Control del Tabaco - CMCT.
Tarea difícil la de la COP, pero muy necesaria para garantizar el éxito del CMCT. Difícil, no obstante que los 122 países que participan ya son partes del Convenio por haber ratificado, pero con contradicciones e inconsecuencias en la implementación del CMCT por el conjunto de intereses que a nivel nacional vinculan a la industria del tabaco y la salud pública.
Tomemos el ejemplo de México que fue el primer país que ratificó en América, pero también el primero que lo violó al celebrar "convenios" con la industria tabacalera, congelando precios e impuestos a cambio de que la industria aporte a un fondo de salud, a razón de un peso por cajetilla. Esto, por supuesto, no fue informado por la delegación de México en la plenaria de la COP. Una cosa es el mensaje internacional y otro el debate que se da en ese país donde las organizaciones antitabaco han denunciado duramente el "matrimonio" entre el gobierno y la industria.
Que se espera de la COP:
1. Un secretariado fuerte, autónomo de la OMS y con el suficiente respaldo presupuestal. Se precisan 10 millones de dólares anuales para el desarrollo de sus competencias administrativas y técnicas, suma infinitamente inferior a los 20 mil millones de dólares que según el Banco Mundial se gastan en la atención de enfermedades vinculadas al consumo del tabaco.
2. La voluntad política de los Estados parte, para definir reglas de procedimiento que mantengan a la industria tabacalera al margen del CMCT y de las políticas nacionales y regionales de control del tabaco.
3. Reconocimiento de la sociedad civil, como parte esencial del Convenio Marco.
Seguiremos el desarrollo de la COP, no sin antes aplaudir la determinación de los Estados que integran el grupo de las Américas, al decidir que EE.UU. dimitiera de la coordinación del grupo, por no ser Estado parte del CMCT y solamente tener la condición de observador al no haber ratificado el Convenio.