La noticia nos llegó a través de CNN: el presidente del gobierno Español lo “pillaron” fumando en una reunión donde se discutía el estatuto catalán y la denuncia la realizó el Partido Popular o sea que el asunto es tema de alta política y noticia internacional.
Importante este hecho, pues una cosa es que sean las organizaciones antitabáquicas las de la censura y otra que la misma esté a cargo del mayor partido de oposición. Si Zapatero fumador viola la ley antitabáquica, las organizaciones deben convertir este hecho en un mensaje pedagógico donde se exija que la justicia entre por casa, solicitando del presidente de gobierno un mensaje de compromiso con la Ley, que por lo demás ya comienza a insinuar sus impactos y reacciones por parte de los grupos de interés:
Hay consenso en que la aplicación de la Ley no ha originado mayores conflictos, cumpliéndose ampliamente en los espacios laborales y con algunos sobresaltos en bares y restaurantes. Más de 300.000 españoles han solicitado ayuda para dejar de fumar y el debate público entre fumadores y no fumadores tiende a perder relevancia.
Las que no se quedan quietas, son las tabacaleras y lo que está planteado, por lo menos de dientes para fuera, es una guerra de precios y estrategias comerciales. “Philip Morris rebajó el jueves el precio de Marlboro hasta los 2,35 euros por cajetilla, desde los 2,75, L&M a 1,75, desde 2,20 euros y Chesterfield a 2 euros, frente a los anteriores 2,40. Tras la subida de impuestos decretada pro el Gobierno el viernes pasado, el precio final del Marlboro subiría hasta los 3 euros. En la jornada previa Altadis (otra tabacalera) había anunciado que Ducados, Nobel y Fortuna pasaban a costar 2,50 euros, después de haber costado 2,25 euros, mientras que su marca barata Ducados Rubio subió 40 céntimos, hasta los 1,75 euros. Sin embargo, los expertos de Goldman Sachs creen que Philip Morris no está intentando atacar a Altadis, sino al gobierno. La tabaquera estadounidense estaría intentado forzar a que el gobierno adoptase una tasa mínima, recortando sus propios ingresos. "Esta tasa mínima pararía inmediatamente la competencia por el tabaco de bajo coste y permitiría a las compañías elevar sus precios", explican en Goldman Sachs. Según sus cálculos, la rebaja en el precio de Philip Morris implica 300 millones de euros menos para el gobierno en 2006, lo que -si Altadis se moviera en esa dirección también- supondría 1.000 millones de euros menos de beneficios estatales”
La aplicación del Convenio Marco para el Control del Tabaco CMCT y la implementación de la Ley antitabaco, lleva implícitos mensajes de salud publica y control corporativo. Las tabacaleras se la juegan en el escenario corporativo, pues es donde mas le duelen las medidas de control del tabaco. El tema de salud pública, para ellos, nunca ha sido importante. La guerra por el control del tabaco apenas esta comenzando.
Si Zapatero fumador quiere volver por la senda del ciudadano cumplidor de la Ley, hay que sumarlo a la causa de la salud pública. Finalmente no olvidemos que la Ley sanciona las conductas violatorias ¿En cual de ellas incurrió Zapatero?
Importante este hecho, pues una cosa es que sean las organizaciones antitabáquicas las de la censura y otra que la misma esté a cargo del mayor partido de oposición. Si Zapatero fumador viola la ley antitabáquica, las organizaciones deben convertir este hecho en un mensaje pedagógico donde se exija que la justicia entre por casa, solicitando del presidente de gobierno un mensaje de compromiso con la Ley, que por lo demás ya comienza a insinuar sus impactos y reacciones por parte de los grupos de interés:
Hay consenso en que la aplicación de la Ley no ha originado mayores conflictos, cumpliéndose ampliamente en los espacios laborales y con algunos sobresaltos en bares y restaurantes. Más de 300.000 españoles han solicitado ayuda para dejar de fumar y el debate público entre fumadores y no fumadores tiende a perder relevancia.
Las que no se quedan quietas, son las tabacaleras y lo que está planteado, por lo menos de dientes para fuera, es una guerra de precios y estrategias comerciales. “Philip Morris rebajó el jueves el precio de Marlboro hasta los 2,35 euros por cajetilla, desde los 2,75, L&M a 1,75, desde 2,20 euros y Chesterfield a 2 euros, frente a los anteriores 2,40. Tras la subida de impuestos decretada pro el Gobierno el viernes pasado, el precio final del Marlboro subiría hasta los 3 euros. En la jornada previa Altadis (otra tabacalera) había anunciado que Ducados, Nobel y Fortuna pasaban a costar 2,50 euros, después de haber costado 2,25 euros, mientras que su marca barata Ducados Rubio subió 40 céntimos, hasta los 1,75 euros. Sin embargo, los expertos de Goldman Sachs creen que Philip Morris no está intentando atacar a Altadis, sino al gobierno. La tabaquera estadounidense estaría intentado forzar a que el gobierno adoptase una tasa mínima, recortando sus propios ingresos. "Esta tasa mínima pararía inmediatamente la competencia por el tabaco de bajo coste y permitiría a las compañías elevar sus precios", explican en Goldman Sachs. Según sus cálculos, la rebaja en el precio de Philip Morris implica 300 millones de euros menos para el gobierno en 2006, lo que -si Altadis se moviera en esa dirección también- supondría 1.000 millones de euros menos de beneficios estatales”
La aplicación del Convenio Marco para el Control del Tabaco CMCT y la implementación de la Ley antitabaco, lleva implícitos mensajes de salud publica y control corporativo. Las tabacaleras se la juegan en el escenario corporativo, pues es donde mas le duelen las medidas de control del tabaco. El tema de salud pública, para ellos, nunca ha sido importante. La guerra por el control del tabaco apenas esta comenzando.
Si Zapatero fumador quiere volver por la senda del ciudadano cumplidor de la Ley, hay que sumarlo a la causa de la salud pública. Finalmente no olvidemos que la Ley sanciona las conductas violatorias ¿En cual de ellas incurrió Zapatero?
ILUSTRACION: www.e-faro.info