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Epidemia (junto con pandemia) es una de las palabras, sino la primera, más buscada en las últimas semanas. Hemos realizado comparativos en Google Trends y hace unas semanas su presencia en el buscador Google era irrelevante. Con el vocablo agua, por ejemplo, su relación en contra era de ochenta y dos (82) a uno (1). Hoy tiene un rango de veintiocho (28) a uno (1), en crecimiento.
La razón es obvia. Toda la atención esta puesta en la gripe porcina y sus efectos que amenazan con extenderse a todo el mundo, capturando la atención de gobiernos, opinión publica y medios de comunicación: “La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó el sábado por la mañana en su página Web 615 casos de gripe A (H1N1) en 15 países, entre ellos 397 casos en México, con 16 muertes, y 141 casos en Estados Unidos, con una víctima mortal”. LA EPIDEMIA DE TABAQUISMO
Pero como estamos hablando de EPIDEMIAS, no olvidemos esa otra que se extiende silenciosamente en el mundo, EL TABAQUISMO, ocasionando la muerte de más de 5 millones de personas al año, también considerada por la Organización Mundial de la Salud OMS como la primera causa de muerte evitable en los países. Su VECTOR, la industria que produce el cigarrillo, esta muy bien identificado.
¿Pero que estamos haciendo? No mucho lamentablemente. A pesar de tener un tratado internacional ratificado por mas de 165 países, el compromiso de los Estados sigue siendo débil e incluso las acciones de la OMS no tienen la contundencia necesaria para orientar una gran lucha antitabáquica, resultando los países del tercer mundo los más afectados por el aumento del consumo de cigarrillo y la disminución en la edad de inicio, que en muchos países está entre 11 y 12 años. En contrario, la industria tabacalera se muestra fuerte en sus estrategias de socavar la implementación del Convenio Marco para el Control del tabaco CMCT, concretando alianzas con sectores del gobierno, congreso y gremios de la producción, donde cuenta más el libre mercado que la protección que impone el Derecho a la Salud de los ciudadanos.
La Epidemia de tabaquismo ha sido anestesiada o por lo menos enmascarada, para insensibilizar a sectores políticos y opinión publica, que no responden con la inmediatez y contundencia a un problema que causa catástrofes en las poblaciones menores de edad (en primera instancia), teniendo en cuenta las devastadoras consecuencias sanitarias, sociales, económicas y ambientales del consumo de tabaco y de la exposición al humo de tabaco en el mundo entero. Mientras tanto sigue prosperando el negocio del cigarrillo y los Estados continúan alimentando sus arcas con los tributos por la venta de este producto letal. ¡Ataquemos el vector de la epidemia de tabaquismo: la industria que produce el cigarrillo! FOTO: paho
Epidemia (junto con pandemia) es una de las palabras, sino la primera, más buscada en las últimas semanas. Hemos realizado comparativos en Google Trends y hace unas semanas su presencia en el buscador Google era irrelevante. Con el vocablo agua, por ejemplo, su relación en contra era de ochenta y dos (82) a uno (1). Hoy tiene un rango de veintiocho (28) a uno (1), en crecimiento.
La razón es obvia. Toda la atención esta puesta en la gripe porcina y sus efectos que amenazan con extenderse a todo el mundo, capturando la atención de gobiernos, opinión publica y medios de comunicación: “La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó el sábado por la mañana en su página Web 615 casos de gripe A (H1N1) en 15 países, entre ellos 397 casos en México, con 16 muertes, y 141 casos en Estados Unidos, con una víctima mortal”. LA EPIDEMIA DE TABAQUISMO
Pero como estamos hablando de EPIDEMIAS, no olvidemos esa otra que se extiende silenciosamente en el mundo, EL TABAQUISMO, ocasionando la muerte de más de 5 millones de personas al año, también considerada por la Organización Mundial de la Salud OMS como la primera causa de muerte evitable en los países. Su VECTOR, la industria que produce el cigarrillo, esta muy bien identificado.
¿Pero que estamos haciendo? No mucho lamentablemente. A pesar de tener un tratado internacional ratificado por mas de 165 países, el compromiso de los Estados sigue siendo débil e incluso las acciones de la OMS no tienen la contundencia necesaria para orientar una gran lucha antitabáquica, resultando los países del tercer mundo los más afectados por el aumento del consumo de cigarrillo y la disminución en la edad de inicio, que en muchos países está entre 11 y 12 años. En contrario, la industria tabacalera se muestra fuerte en sus estrategias de socavar la implementación del Convenio Marco para el Control del tabaco CMCT, concretando alianzas con sectores del gobierno, congreso y gremios de la producción, donde cuenta más el libre mercado que la protección que impone el Derecho a la Salud de los ciudadanos.
La Epidemia de tabaquismo ha sido anestesiada o por lo menos enmascarada, para insensibilizar a sectores políticos y opinión publica, que no responden con la inmediatez y contundencia a un problema que causa catástrofes en las poblaciones menores de edad (en primera instancia), teniendo en cuenta las devastadoras consecuencias sanitarias, sociales, económicas y ambientales del consumo de tabaco y de la exposición al humo de tabaco en el mundo entero. Mientras tanto sigue prosperando el negocio del cigarrillo y los Estados continúan alimentando sus arcas con los tributos por la venta de este producto letal. ¡Ataquemos el vector de la epidemia de tabaquismo: la industria que produce el cigarrillo! FOTO: paho