23 de marzo de 2008

LA FEMINIZACIÓN DEL CIGARRILLO



Hace unos meses un amigo nos contaba de la sorpresiva e inoportuna reacción de un Senador de un país latinoamericano ad portas a la ratificación del Convenio Marco para el Control del Tabaco CMCT, quien manifestaba su preocupación porque las mujeres se quedarían sin el cigarrillo que afirmaba sus defensas contra el estrés y la ansiedad, lo que significaría para el Estado asumir la carga sanitaria consiguiente al vació que dejaría el cigarrillo.

Este hecho nos siguió dando vueltas en la cabeza y lo asumimos como un mensaje estratégico que las tabacaleras ponían en boca del Senador para fortalecer los argumentos en contra del CMCT. Pero también, mas allá de esto, reconocíamos el triunfo de una estrategia de marketing para la feminización del cigarrillo, por el creciente numero de mujeres adictas al cigarrillo.

Recordamos ahora todas estas reflexiones, cuando conocemos una investigación adelantada por la doctora María Luisa Jiménez Rodrigo del Departamento de Antropología de la Universidad de Granada, quien estudia las claves de la feminización en el consumo de cigarrillos, tanto a nivel cuantitativo como a nivel cualitativo, experimentada por la sociedad española en los últimos 50 años. Presentamos sus principales conclusiones:

1. Que el consumo de cigarrillos adquirió importantes funciones para las mujeres, a quines se les vendió como herramienta para afrontar el estrés y la ansiedad, el control del apetito y el peso corporal.
2. Que igualmente es funcional en la interacción social como facilitador de las relaciones sociales y en la interacción sentimental-sexual como herramienta de acercamiento y contacto con el sexo opuesto y metáfora erótica.
3. Que para las mujeres fumar presenta una serie de ventajas relativas que se estructuran en torno a las dimensiones emocional, corporal, social y simbólica y como expresión de poder y resistencia.
4. Que el consumo de cigarrillos ha pasado de ser un comportamiento propio de varones y socialmente censurado a un acto normalizado, aceptable y compatible con los modelos de feminidad

Según la Organización Mundial de la Salud, la proporción de fumadores es un 47% para los hombres y un 12% para las mujeres; pero la prevalencia de tabaquismo es mucho mayor en la población femenina de las Américas y en Europa, más de 20%, y sólo en EEUU alcanza el 30%. Significa esto que 250 millones de mujeres y casi 1 billón de hombres fuman a diario.

Dice la profesora española Irene Hernández del Rey (Tabaquismo en la mujer. Revisión y estrategias futuras), que la tendencia epidemiológica del tabaquismo afecta de forma inversa a varones y a mujeres: mientras los varones abandonan el consumo de tabaco las mujeres lo incorporan. Campaña No tabaco se pregunta ¿Qué esta pasando con las políticas públicas de control del tabaco? Una de las respuestas es que el diseño de las mismas no consulta las problemáticas de las mujeres, las causas por las cuales ellas se acercan cada vez mas a esta adicción, no obstante el perentorio mandato del Convenio Marco para el control del tabaco que integra el análisis de género en la salud pública. Las legislaciones son construidas “en masculino”, sin incorporar las agendas de salud para las mujeres.

Segun INWAT, Red Internacional de Mujeres Frente al Tabaco, las investigaciones recientes indican que la mortalidad por cáncer de pulmón crece y en algunos países, ya supera la de cáncer de mama. Las mujeres desarrollan cáncer de pulmón con niveles más bajos de consumo de tabaco comparado con el de los hombres. El tabaco impacta en todos los aspectos de la salud de las mujeres, incluyendo los reproductivos, aumentando el riesgo de cáncer cervical, de problemas ginecológicos y de anticipación de la menopausia, constituyéndose en otra causal importante de desigualdad en la salud de las mujeres.
ILUSTRACION: autoresdecomic.com