Cuando ha transcurrido una semana de aprobado el proyecto de ley 284 en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, desconocemos el texto oficial que se someterá a consideración de la plenaria de la Cámara.
Tenemos serias dudas sobre la efectividad de las regulaciones sobre prohibición de consumo de cigarrillos en menores y protección a los no fumadores, entre otras cosas porque no hubo un debate publico sobre el tema y se conocieron presiones de la industria tabacalera sobre los congresistas (invitaciones al caribe colombiano y financiación de campañas políticas). Además, la British American Tobacco (BAT), una de las multinacionales del cigarrillo, demando de algunas organizaciones de control del tabaco, apoyo al texto del proyecto de ley, lo que resulta muy sospechoso.
El tema del control del tabaco y el alcance de las disposiciones del convenio Marco para el Control del Tabaco CMCT, tiene algún grado de complejidad, reconociendo que muchos temas exigen apoyos técnicos especializados. Una redacción flexible de la normativa es una puerta de entrada de la industria para socavar su efectividad e impacto. Lo deseable seria que para la discusión en plenaria se escuchara algunas voces autorizadas como la Organización Panamericana de la Salud OPS y asociaciones científicas nacionales e internacionales.
Lamentable la ausencia del Ministerio de Protección Social coordinando y monitoreando el debate, tanto en su etapa previa como en el desarrollo de los debates de la comisión séptima. La presencia de la Viceministra de Salud, a petición de los congresistas, solo confirmo su desconocimiento del tema y la ausencia de voluntad política del gobierno para regular el control del tabaco. Mas “claridad política” se observo en los representantes de los ministerios de agricultura y cultura, quienes afirmaron su compromiso de incrementar el área de cultivo del tabaco (la meta son 100.000 hectáreas), el primero; y la necesidad de seguir contando con patrocinios del tabaco para los eventos culturales y deportivos, del segundo. Desde luego, la voluntad política es de apoyo al negocio sin importar sus incidencias en la salud pública.
Algunas regulaciones son del siguiente tenor:
1. Prohibición de la publicidad en medios de comunicación masiva: radio y televisión. En medios impresos, solo los orientados a menores.
2. Registro sanitario para los productos del tabaco, expedido por El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos INVIMA
3. Advertencia sanitaria del 50% en la cara principal: FUMAR PRODUCE SERIOS DAÑOS A LA SALUD
4. Prohibición de fumar en edificios públicos, privados o gubernamentales; colegios; etc. Lamentablemente no se incluyo universidades y centros comerciales, entre otros, a pesar de ya existir la prohibición en algunas normativas locales como el código de policía de Bogota. Se autorizaron salas de fumadores aisladas sin publicidad.
Estaremos atentos a la publicación del texto oficial del proyecto para registrar nuestros comentarios, esperando que las organizaciones de la sociedad civil que trabajan por el control del tabaco se movilicen, generando opinión y visibilizacion en los medios de comunicación.
.Tenemos serias dudas sobre la efectividad de las regulaciones sobre prohibición de consumo de cigarrillos en menores y protección a los no fumadores, entre otras cosas porque no hubo un debate publico sobre el tema y se conocieron presiones de la industria tabacalera sobre los congresistas (invitaciones al caribe colombiano y financiación de campañas políticas). Además, la British American Tobacco (BAT), una de las multinacionales del cigarrillo, demando de algunas organizaciones de control del tabaco, apoyo al texto del proyecto de ley, lo que resulta muy sospechoso.
El tema del control del tabaco y el alcance de las disposiciones del convenio Marco para el Control del Tabaco CMCT, tiene algún grado de complejidad, reconociendo que muchos temas exigen apoyos técnicos especializados. Una redacción flexible de la normativa es una puerta de entrada de la industria para socavar su efectividad e impacto. Lo deseable seria que para la discusión en plenaria se escuchara algunas voces autorizadas como la Organización Panamericana de la Salud OPS y asociaciones científicas nacionales e internacionales.
Lamentable la ausencia del Ministerio de Protección Social coordinando y monitoreando el debate, tanto en su etapa previa como en el desarrollo de los debates de la comisión séptima. La presencia de la Viceministra de Salud, a petición de los congresistas, solo confirmo su desconocimiento del tema y la ausencia de voluntad política del gobierno para regular el control del tabaco. Mas “claridad política” se observo en los representantes de los ministerios de agricultura y cultura, quienes afirmaron su compromiso de incrementar el área de cultivo del tabaco (la meta son 100.000 hectáreas), el primero; y la necesidad de seguir contando con patrocinios del tabaco para los eventos culturales y deportivos, del segundo. Desde luego, la voluntad política es de apoyo al negocio sin importar sus incidencias en la salud pública.
Algunas regulaciones son del siguiente tenor:
1. Prohibición de la publicidad en medios de comunicación masiva: radio y televisión. En medios impresos, solo los orientados a menores.
2. Registro sanitario para los productos del tabaco, expedido por El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos INVIMA
3. Advertencia sanitaria del 50% en la cara principal: FUMAR PRODUCE SERIOS DAÑOS A LA SALUD
4. Prohibición de fumar en edificios públicos, privados o gubernamentales; colegios; etc. Lamentablemente no se incluyo universidades y centros comerciales, entre otros, a pesar de ya existir la prohibición en algunas normativas locales como el código de policía de Bogota. Se autorizaron salas de fumadores aisladas sin publicidad.
Estaremos atentos a la publicación del texto oficial del proyecto para registrar nuestros comentarios, esperando que las organizaciones de la sociedad civil que trabajan por el control del tabaco se movilicen, generando opinión y visibilizacion en los medios de comunicación.
ILUSTRACION: X-Ray picture of lung cancer. NATT by bobby Ramakant.