La evidencia científica ha documentado que los cigarrillos mentolados favorecen el inicio en el
consumo principalmente de adolescentes, crean mayor adicción y dificultan
el abandono, proporcionando una sensación de inhalación más fresca, para cubrir
el carácter áspero e irritante del humo del tabaco.
Lo ideal en términos de política pública es que este ingrediente utilizado para incrementar la palatabilidad de los cigarrillos sea prohibido, pero donde no es posible o no se ha hecho –como en Colombia-, las leyes prohíben su instrumentalización como mensaje engañoso o que se utilice como elemento promocional de las referencias de marca. Esto que debería estar claro para la política de control del tabaco, lamentablemente en Colombia no se aplica; veamos por qué:
- Colombia tiene una prohibición total a toda forma de publicidad, promoción y patrocinio –Ley 1135 de 2009-, confirmada por la Corte Constitucional en la sentencia de exequibilidad C-830 de 2010. Incluye punto de venta y exhibición del producto.
- No obstante esta cláusula amplia, la industria tabacalera continúa realizando acciones de promoción como lo atestigua las fotografías que acompañan esta publicación localizadas en el punto de venta referidas a “Mustang Mentolado con Capsula”. Como se explican por si solas no entramos en detalles.
- Pero las violaciones a la ley no se limitan a la publicidad. Si observamos el empaquetado, incorporan la expresión “Mustang Mentolado con Capsula”, especialmente atractiva para los adolescentes, además de ser una expresión engañosa prohibida por la ley por el poder de atracción que incorpora, creando en el consumidor, o potencial consumidor, la falsa idea de ser más suave, que sabe mejor o que hace menos daño (el empaquetado por mandato de la ley es aprobado o rechazado por el Ministerio de Salud, Resolución 3961 de 2009).
