Como medida relacionada con la reducción de la demanda del tabaco, la advertencia sanitaria constituyen una estrategia capital en el Convenio Marco para el Control del Tabaco CMCT.
El artículo 11, establece que “en todos los paquetes y envases de productos de tabaco y en todo empaquetado y etiquetado externos de los mismos figuren también advertencias sanitarias que describan los efectos nocivos del consumo de tabaco”. Las advertencias y mensajes, deberán ser aprobados por las autoridades nacionales competentes; ser rotativos, grandes, claros, visibles y legibles; deberán ocupar el 50% o más de las superficies principales expuestas y en ningún caso menos del 30%; y podrán consistir en imágenes o pictogramas. Las partes del Convenio disponen de un periodo de tres años para implementar estas advertencias.
Sobre advertencias sanitarias, Canadá tiene una experiencia que se comenzó a construir antes del CMCT y que hoy acredita importantes logros y avances para el control del tabaco.
El artículo 11, establece que “en todos los paquetes y envases de productos de tabaco y en todo empaquetado y etiquetado externos de los mismos figuren también advertencias sanitarias que describan los efectos nocivos del consumo de tabaco”. Las advertencias y mensajes, deberán ser aprobados por las autoridades nacionales competentes; ser rotativos, grandes, claros, visibles y legibles; deberán ocupar el 50% o más de las superficies principales expuestas y en ningún caso menos del 30%; y podrán consistir en imágenes o pictogramas. Las partes del Convenio disponen de un periodo de tres años para implementar estas advertencias.
Sobre advertencias sanitarias, Canadá tiene una experiencia que se comenzó a construir antes del CMCT y que hoy acredita importantes logros y avances para el control del tabaco.
EXPERIENCIA DEL CANADA
Las primeras regulaciones sobre advertencias se aprobaron e implementaron en año 2000, generando la reacción de la industria tabacalera. Las acusaron de ser inconstitucionales, técnicamente imposibles de imprimir y no existir certeza sobre su efectividad. En últimas, nada nuevo a lo que nos tiene acostumbrado la industria cuando de enfrentar regulaciones mas exigentes se trata.
Las imágenes tenían las siguientes características: 16 imágenes rotativas, cubriendo 50% del paquete superior, al frente y al reverso; en francés e inglés; 16 advertencias sanitarias dentro del paquete; y niveles de emisiones toxicas de 6 químicos.
En marzo de 2002, un estudio indicó los siguientes impactos: 76% de los encuestados (2.014) apoyan las nuevas advertencias y el 59% de fumadores los apoyan.
En el 2003, otro estudio sobre 622 fumadores adultos, concluyó: el 91% de los fumadores habían leído las nuevas advertencias sanitarias; Los fumadores que habían leído y discutido sobre las advertencias eran más proclives a dejar de fumar, intentar dejar de fumar y reducir sus niveles de consumo después de tres meses.
La medición de impacto del 2004, informa que “que a mayor reacción negativa emocional (disgusto y miedo) mayor eficacia tuvieron las advertencias”. También concluye que el 26.5% de los participantes (191 fumadores) indicaron que las advertencias les habían ayudado a continuar ser no-fumadores, y el 84% dijeron que usaban las advertencias sanitarias en los paquetes de cigarrillos como una fuente de información contra el 47% en EE.UU.
LAS CONCLUSIONES
La información anterior fue suministrada por Manuel Arango, conferencista de Heart & Stroke Foundation of Canada en la XIII Conferencia Mundial sobre Tabaco o Salud celebrada el pasado mes de julio en Washington D.C. Las conclusiones del expositor fueron las siguientes:
Las advertencias sanitarias en paquetes aumentan la motivación para el abandono de fumar; no son suficiente para reducir prevalencia, pero si son una condición necesaria; crean un ambiente favorable para que el gobierno pueda implementar otras políticas que más directamente reducen el consumo de tabaco.; tienen que ser parte de una estrategia con varios componentes para reducir prevalencia (integralidad); el costo-beneficio las favorece frente a campañas sanitarias en la televisión y cine; es un vehículo ideal para transmitir información, porque el fumador ve al paquete un promedio de 20-25 veces al día.
Canadá sigue avanzando en el diseño de nuevas advertencias y, lo más importante, implementará una estrategia de consulta a la sociedad civil.
Estaremos atentos a los desarrollos del artículo 11 del CMCT en América Latina, pues la efectividad de las mismas esta demostrada para disminuir la demanda de cigarrillos. Las tabacaleras seguirán utilizando sus estrategias de presión política e interferencia para evitar las advertencias sanitarias. Con esto contamos, pero ya la experiencia nos va empoderando para dar la pelea por la salud pública.
PD: Las imágenes que ilustran este post, corresponden a las de mayor impacto en Canadá.
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+INFO: Ministerio de Salud Canadá