Gran habilidad política tuvieron quienes se dieron a la tarea de diseñar el Convenio Marco
para el Control del Tabaco de la OMS – CMCT.

Delegados de gobierno, representantes de la
academia y voceros de la sociedad civil, si se nos permite agruparlos en estas
tres categorías, tuvieron la capacidad de concentrar en 38 artículos
la suma de conocimientos que existían
sobre control del tabaco, para forjar el primer tratado internacional de salud
pública, hoy ratificado por 180 países, de los cuales 30 son de América Latina.
Desde que se abrió a la firma 16 de junio de
2003 para entrar en vigor el 27 de febrero de 2015, luego de su ratificación
por los primeros 40 Estados, el Convenio Marco
ha venido consolidando una gran agenda global que moviliza a gobiernos y
organizaciones, para asegurar el mandato del primer párrafo del preámbulo, que declara que
las Partes del Convenio “están determinadas a dar prioridad a su derecho de
proteger la salud pública”.
La propuesta en términos de política pública
del CMCT es extensa y compleja, apoyada
en la evidencia científica y sobre todo en el corazón de un colectivo que tiene
en el horizonte el imperativo de
proteger la salud y la vida de todas las personas, en especial niñas, niños y
adolescentes.
¿Por qué ratificar el convenio Marco?
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Uruguay es Referente en la política Antitabaco. |
A 10 años de la entrada en vigor, el Convenio
Marco para el Control del Tabaco de la OMS – CMCT ha demostrado su efectividad
en la protección de la salud, construyendo e implementando una agenda para
luchar contra los efectos mortales del tabaquismo, que también impacta la
economía de los países. Los Estados Parte deberán extremar su “compromiso
político para establecer y respaldar, a nivel nacional, regional e
internacional, medidas multisectoriales integrales y respuestas coordinadas”,
como garantía de éxito de los objetivos del CMCT.