26 de julio de 2009

¡ALERTA, EL CIGARRILLO ELECTRÓNICO!

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¿Llegó para quedarse? Es la pregunta corriente cuando observamos alarmados, como este producto traspasa nuestras fronteras sin mayor control, procedente principalmente de China, pero que tambien involucra a tabacaleras como Philip Morris.

En uno de nuestros anteriores post denunciábamos como uno de los fabricantes del cigarrillo electrónico se tomaba el nombre de la OMS para respaldar su oferta por Internet. Con algo de demora reaccionó esta organización internacional, negando su “patrocinio” y exigiendo el retiro de su nombre, como tenia que ser.

Para las organizaciones de control del tabaco, es claro que se trata de un sustituto para el mercado donde se han impuesto restricciones para fumar en espacios cerrados (Panamá, Colombia, Ciudad de México), pero también llega a países ajenos por el momento a esta clase de prohibiciones (Argentina, Ecuador). Pero además se vende como una manera “sana de fumar” y para dejar de fumar, resaltando sus ventajas frente al cigarrillo tradicional …. si, así como lo leen…veamos: “¿Ha soñado alguna vez en fumar de una manera más sana, o en dejar de fumar? El Cigarro Electrónico es seguro, más barato y más sano y además puede ayudarle a dejar de fumar si usted lo desea. El Cigarro Electrónico es una alternativa a los cigarros tradicionales. Podrá fumar en cualquier lugar, de una manera avanzada sin molestar a otras personas, ya que el humo que desprende, no es perjudicial para la salud. El Cigarro Electrónico es un descubrimiento de la alta micro tecnología de evaporación y funciona con una batería recargable”.

La complejidad técnica de este cigarrillo, más allá de las preocupaciones que aconseja el sentido común, dificulta profundizar sobre sus efectos, pero ahora la Administración de Drogas y Alimentos (FDA / EE.UU.) se pronuncia sobre el tema y nos dice que en “un análisis de laboratorio de muestras del cigarrillo electrónico ha encontrado que contiene agentes carcinógenos y toxinas químicas tales como dietilenglicol, un ingrediente usado como anticongelante” para los autos, tóxico para los seres humanos, y “agentes carcinógenos como nitrosamina”.

Advierte la FDA que “debido a que estos productos no han sido enviados a la FDA para evaluación o aprobación, en este momento la agencia no tiene forma de conocer, excepto por las pruebas limitadas que ha realizado, los niveles de nicotina o la cantidad o tipo de otros agentes químicos que las distintas marcas de estos productos contienen y son inhalados por el consumidor”. O sea, que en materia de investigación y aclaración sobre los efectos del cigarrillo electrónico falta mucho camino por recorrer.

Pero la alerta ya esta dada. ¿Cuál es el camino a seguir en América Latina? A falta de una regulación expresa (en el futuro hay que incluirla), recomendamos avisar del pronunciamiento de la FDA a las autoridades nacionales de protección al consumidor y/o instituciones de control de medicamentos y alimentos para que asuman un control preventivo basado en el derecho fundamental a la salud y los derechos e intereses colectivos, relacionados con la seguridad, la salubridad pública y los consumidores.